jueves, 20 de agosto de 2009

SE TERMINO EL BERRINCHE; LA "MEXICO" REABRE SUS PUERTAS.

Despues de un berrinche monumental, de insultos, de polémica, por fin, Rafael Herrerias entró en razón y decidió reabrir las puertas de la Plaza México. Varios domingos, la cerrazón mental de Herrerias y su nulo respeto al reglamento y a las autoridades, aunque a él no le guste, privó ,a profesionales de recibir un sueldo, a comerciantes de vender sus mercancias, a la afición de ver lo que más le gusta y lo peor del caso, dejó a muchos jovenes aspirantes, sin la oportunidad de demostrar su valia en el ruedo más importante de México. Por fin, el próximo domingo, en el gran coso, volverá a haber actividad, aunque, desgraciadamente, con un cartel bastante mediocre. Un Ernesto Sanchez con cerca de cinco años como novillero y dos jóvenes, totalmente desconocidos para la afición capitalina, que seguramente, no acudirá, por el poco atractivo, que representan lo nombres de lo tres toreros anunciados. Creo, que la apertura de la gran plaza, pasa más por un compromiso de reglamento, que por la buena voluntad de la empresa. Don Rafael sabe, que si no cumple con las doce novilladas de rigor, perderá, la totalidad del derecho de apartado, que para él, significa una gran entrada de efectivo y que encima, la afición, que tiene años "apartando" sus lugares, reclamará fuertemente y con razón. Esto hay que entenderlo, no como que el Doctor nos hace un favor al reabrir la plaza, sino como una obligación de aquel que ose y presuma de ser el empresario, de la plaza más importante de américa.

Pero porque no regresar a la actividad taurina en la capital, con un cartel con los triunfadores de la truncada temporada?Porque volver a la necedad de anunciar a jovenes, que para su mala fortuna, los conocen muy pocos y que con su nulo rodaje, lo más probable es que fracasen en el gran coso? O anunciar a novilleros adultos, que si tuvieran posibilidades, a estas alturas estarian en el escalafon de matadores.

La Plaza México, no es el Rancho del Charro, no es la Florecita, ni la placita de Atizapán, dónde los novileros van a foguearse, a mostrar sus cualidades y a buscar oportunidades en provincia, para poder llegar a La México, cuajados y que ese gran escenario sea el trampolín que los lleve hacia la alternativa. Pero de unos años hacia acá, todo se ha hecho al revés.

En fin, estimados lectores, la gran México abrirá sus puertas el próximo domingo, pero realmente valdrá la pena, abrirla por abrirla? Yo creo que no. Esa plaza merece un gran respeto, el cual le han perdido, los últimos dos regentes del coso, así que hay una gran tarea que hacer, para lograr que la gente vuelva a los tendidos como en antaño. Pero con carteles como los del domingo, mejor que la mantengan cerrada.

Fernando Lahoz

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