NOTAS TAURINAS POR FRANCISCO LAZO.

AMIGOS, mañana domingo 5 de julio del presente año 2009 resultará una fecha histórica en la fiesta de toros de todos los tiempos, pues se superarán todos los récords en los precios de boletos para una función taurina que se llevará a cabo en la Plaza Monumental de Barcelona, España, festejo en el que el madrileño José Tomás Román Martín se encerrará con seis toros de diversas ganaderías. El suceso por la gesta anunciada queda chico en comparación con los precios de los boletos en taquilla, que han llegado a tener un valor en la reventa de 3,241 euros, lo que al cambio significan alrededor de 60 mil pesos mexicanos y además se consigna que en menos de una hora se agotaron. Pone de relieve la información cablegráfica que los beneficios libres de gastos serán destinados a diferentes organizaciones humanitarias. Indudablemente la corrida rompe y marca en taquillas un récord económicamente difícil de igualar y no sólo en la fiesta de toros sino también en otros espectáculos populares por dos horas promedio del desarrollo de la función. Y sorprende entonces más porque el escenario está ubicado en Barcelona, donde se han desatado las más iracundas manifestaciones tratando a la fiesta de cruel y mercenaria y pidiendo su desaparición, lo que dicho sea de paso, no es nada nuevo, pues ya tiene centurias de estarse proclamando tales calificativos inútilmente. Podría agregarse que el mundo está deseoso de muestras artísticas y de valor, de habilidad, de fortaleza física y anímica, por lo que es sensible a toda manifestación de sucesos, proezas que lo sorprendan y lo lleven al clímax del asombro, de lo increíble. El toreo viene a ser una reminiscencia del ayer, pues no ha perdido ni un suspiro de emoción, ya que por el contrario, lo ha estimulado al irse convirtiendo en un espectáculo donde se juega la vida al hacer arte. En España se ha notado un ligero descenso en taquillas que aún no lesiona gravemente el arte de torear, pero revela que ya no se llenan las plazas como sucedía años atrás. Sólo José Tomás, quien regresó después de una ausencia de cinco años, devolvió a la fiesta con sus temeridades lo mucho de emoción y estremecimiento que producen su arrojo, su osadía en su desenvolvimiento en el terreno del peligro. Y tan emotiva ha sido su actitud que está llenando las plazas donde actúa y recobrando la vibración que genera esa mezcla de intrepidez con maestría, produciendo un toreo de gran impacto donde se pone en juego la vida al buscar el triunfo. Y ayer, 3 de julio, se cumplieron precisamente 15 años de su presentación como novillero en la Monumental Plaza México causando gran impacto y cortándole una oreja a su primero procedente del hierro de Manolo Martínez Ancira y tomó en el mismo escenario la alternativa el 10 de diciembre del 1995 de manos de Jorge Gutiérrez y con el testimonio de Manolo Mejía, con toros de Xajay. Y de ahí se acentúa la emocionante historia de su toreo de valor y arte que iniciara en plazas de nuestro país siendo muy joven, pasándose por la faja y sin pestañear al enemigo.