CORNADA DE SALVADOR CORTES.
Amigos aficionados y lectores de este su portal Sangre, Seda y Sol, tal parece que esta feria de San Isidro del 2009 se ha convertido en una de esas fondas baratas, donde dia a dia tienen el mismo menu, sin variedad alguna, que acaba por aburrir a cualquier estomago.
Muy pocos han sido los dias que en esta fonda de Las Ventas se ha probado comida diferente, sobre todo un dia, que creo que seria su aniversario porque echaron la casa por la ventana, caviar, langosta, jabugo y manjares que solo un rey podria degustar, con la faena de Morante, pero de ahi en mas, algunas comidillas sin sal, como la sopa de cebolla de Castella o los fideos desabridos de Capeita.
Hay que reconocer que nos han servido dos buenos aperitivos como Luque y Bolivar, este mas picoso, pero sabrosos al fin y paremos de contar, todo lo demas ha sido pan con lo mismo, seis albondigas y de postre una cornada, como hoy; eso si las bolas de carne bien servidas, con mucha guarnicion de pitones, pero muy malas y no podia faltar la fuente de sangre, para completar el menu.
Encabo, primer espada del cartel, lidio dos y mato uno, por el percance de Salvador Cortés. El abreplaza, manso pero con guasa, simpre midiendo para arrancarse al bulto y su segundo, un lucero serio por delante, pasaba pero sin emplearse, con la cara a media altura y aunque el madrileño estuvo esforzado, el publico tomo partido por el de Guardiola y como remate se hizo un lio con la espada y le pitaron fuerte.
El otro madrileño, Fernando Cruz, trajo el santo de espaldas. De sus tres toros no se hace uno. El primero de su lote, de Cebada Gago, siempre derrotando, sin entregarse y quedandose en los tobillos, muy listo ya que en cuanto se descuidó, a punto estuvo de echarselo a los lomos. Se corrio el turno y Cruz, estoqueo cuarto y sexto, de Guardiola, los dos muy serios por delante, pero que fueron unos marmolillos, sin un pase, paradisimos y con nulas posibilidades de lucimiento.
El que sorteo el menos malo, que a final de cuentas le hirio, ha sido salvador Cortés. El castaño de Cebada, tuvo un buen lado derecho, quiza sin humillar demasiado, pero por lo menos se desplazaba más.
Cortes tardó en tomarle ritmo y distancia al astado, por lo cual su faena no tuvo eco en el tendido.
Por el lado izquierdo el toro era mas corto de embestida, aunque el percance vino por adelantarle un tanto la suerte y como el toro tenia cierto sentido por ese lado, no le perdonó y lo mando al hule.
Asi pues, esperemos que mañana al veterano Frascuelo, le sirvan una comida como su categoria se merece y que nos pueda deleitar con su arte.
Fernando Lahoz
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