NADA QUE CONTAR DE LA MIURADA. CRONICA DE LA 8a DE FERIA EN PAMPLONA.

MUY ENTREGADO RAFAELILLO TODA LA TARDE

ASI EMBISTIO "ERMITAÑO" DESDE EL PRINCIPIO.

Amigos, nuevamente el morbo y el sabor amargo de la tragedia, ha sido lo que se respiró el dia de hoy en Pamplona. Tres guerreros y un "pseudoasesino" de Miura, eran los principales protagonistas de un festejo considerado de miedo; siempre que los miuras pisan un ruedo, el pavor y la incertidumbre, son sentimientos que acongojan a profesionales y público. Y no es para menos, despues de ver lidiar a "Ermitaño", el astado que sembró el pánico hoy por la mañana, entendemos el porque los astados sevillanos, tienen esa fama. Y es que el toro, que desde la carrera matutina mostro su violencia y su saña, saltó al ruedo pamplonés haciendo gala de la peor mala leche y de las peores ideas que yo haya podido ver. Este "Ermitaño"si tuvo tintes de criminal, parecia toreado, haciendo honor a su hierro ganadero y al maño, Jesus Millan, le puso los garbanzos de a libra. Pero en general la corrida de Miura ha sido mala, toros descastados, desarrollando sentido, mal hechos, bastos, sin la más minima clase, en fin, seis regalitos para poner pálido al más moreno. El que ha tenido una tarde importante ha sido "Rafaelillo"; valiente como el que más, siempre dispuesto, firme y con las ideas muy claras. Dos faenas tremendistas, llenas de una gran verdad, siempre citando de frente, con la muleta adelante y tragando las tarascadas de los miureños, sin siquiera pestañear. Sin duda un trago amargo el que pasó Rafael, que de no ser por sus fallas con la espada, seguramente hubiera salido por la puerta grande de la plaza de Pamplona. Abrió plaza el patilludo, Juan José Padilla, consentido de los "ferminenses", que no ha estado mal para su estilo; bullidor, brincador, sonreidor, simpaticón, que se enfrentó a un primer toro soso y sin chiste y a un cuarto que fue malo y con peligro y aunque su actuación ha sido solvente, no pasó nada. El que si la pasó mal fué Jesus Millan, que pechó con el peor lote. Su primero, "Ermitaño" de nombre, berrendo, serio por delante y con los pitones tintos en sangre, despues del sanquintin que provocó en la mañana, hiriendo a cuatro mozos, ha sido el "diablo". Desde su salida el astado estaba orientado, arrollaba, iba directo al bulto, jamás obedeció a los engaños y a un torero sin sitio, le puso las cosas muy dificiles. Hay que decir que el maño estuvo, a mi juicio, demasiado tiempo delante del marrajo, lo cual es incomiable, pero ha sido un esfuerzo sin recompensa y con el riesgo de que se llevara una cornada muy seria. Es de ovacionar la actitud de Millan, que a pesar de torear una corrida al año, no se arredró y salio del duro compromiso con bastante dignidad. El cierra plaza, manso y deslucido, no le dió la más minima opción a triunfar a Jesus, que volvió a estar muy por encima de las condiciones del toro. Fernando Lahoz