jueves, 15 de octubre de 2009

"Tengo una gran ilusión por ya estar en el Nuevo Progreso", afimó Juan Franciso Almeida.

El pasado domingo 11 de octubre, el joven novillero ecuatoriano, Juan Francisco Almeida, ha tenido una de las más importantes experiencias que pueda encontrar un ser humano, comenzar la realización misma en la profesión que escogió. Cuando parecía que el panorama estaba incierto, Alfredo Sahagún, empresario del Nuevo Progreso de Guadalajara le abrió las puertas del emblemático coso tapatío, y merced a esta oportunidad tan fundamental, Juan Francisco, ha podido mostrar al mundo taurino, todas sus posibilidades. Dos faenas en donde recreó la inspiración dando paso, sustentado en el valor natural, a series que han sido el deleite en el exigente paladar taurino tapatío. Es más, desde que abrió la capichuela aparecieron verónicas de impecable trazo, y dibujadas desmayando los brazos; y con la tela roja cada pase lleno de temple y cadencia, aterciopelados, para de esta forma conjuntar dos faenas de grandes alcances arquitectónicos. Juan Francisco conciente del compromiso que representa regresar a tan exigente plaza, como es la de Guadalajara, afirma que "... tengo una gran ilusión por estar ya en el Nuevo Progreso, muy conciente del compromiso, pero con todas las ganas de volver a triunfar, y de levantar la mano, para reiterar: aquí hay un torero". Y finalmente manifestó: "Hago la invitación a todos los aficionados para que vayan el domingo a apoyarnos, no saldrán defraudados"..

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