domingo, 2 de agosto de 2009

"PUYAZOS" POR SERGIO MARTIN DEL CAMPO.

EL PEOR DE LOS PECADOS Sí, el peor de los pecados que puede hoy cometer un ganadero es el de mantener un exigente mínimo aprobatorio durante las tientas; apoyar la tesis de la fiesta sobre una palabra que para lo “taurinos” fariseos modernos es como la mayor de las blasfemias: BRAVURA. Concebir la casta agregada a un eje que desde luego no son los matadores, si no la savia y fundamento de un espectáculo que nació primero por la existencia del TORO, no del torero, y por el temperamento y condiciones de reacción del primero, no del segundo. Los parásitos, coberos, prostituidos y vividores –lista entre la que se pueden leer nombres de “periodistas”, empleados de plazas, mozos, apoderados, y…- que han recibido migajas de “empresarios”, toreritos, figurines y agregados, por la misma inercia mental desarrollada sobre la necesidad de subsistir en un círculo sociológico que les es cómodo, pues su ineptitud e incapacidad para afrontar la existencia terrena les impide sostener su género de HOMBRES, son representantes de una nómina indeseable que hace las veces de viga la cual sostiene un distorsionado concepto que lleva a la fiesta mexicana por rumbos desérticos y traidores. HASTA PARA PEDIR LIMOSNAS HAY QUE TENER CATEGORÍA, LEGITIMIDAD Y CLASE… No, hoy las “ganaderías” que venden, esas etiquetadas como comerciales no son aquellas que la masa de escribientes y la llamada crítica tiene en su hoja como de “primera”, son más bien las que han logrado engranarse en el motor que es este domingo un espectáculo “taurino” deprimente, y que está en peligro de desvielárse; pero que nada perderán aquellas cuando llegue ese momento… el mayor ingreso económico de sus dueños no está en los potreros, lo tienen en negocios redituables de verdad y muy fuera del toro de lidia… El ser criador de reses bravas tiene un fundamento de honor, es legendario quehacer no para desvergonzados si no de caballeros y de gente pundonorosa; sobre todo cuando en México bien se sabe que la cría del toro de lidia no es un negocio, lo que impulsa la fundación, o por lo menos lo que la impulsaba, era asunto de sentimiento. Es una actividad elitista pero que desgraciadamente muchos la han convertido en ejercicio ventajista, voluntarista, de compadrazgos, amigismos y sumisa, todo a cambio de una serie de adulaciones –llámese en el ambiente taurino coba- y a precio de palmadas y del reembolso, por medio de la compra-venta de encierros del dinero invertido en aquellos disminuidos ejemplares que saldrán al coso a provocar lástimas, esa que muchos “positivos” conceptualizan con la frase de “propiciaron la formidable tarde de…” y que conciben la diligencia del no perder… es ganar, y más cuando se tiene el vulgar concepto resumido en la oración popular: “No gano, pero ¡como me divierto! Nuevamente en noviembre la arena de la plaza Monumental de la otrora rambla Adolfo López Mateos, será pisada por las pezuñas de ganado quemado con unas marcas que por su puesto no han dado positivos resultados en sus anteriores y muchas comparecencias. Pero es quizá, y a decir de las mismas empresas, una necesidad de comercialización, pues sobre todo las figuras extranjeras que llenan los escaños, es el perfil de ganado que exigen para presentarse; “razón de más cuando las fechas del festival de Las Calaveras son complicadas para la empresa, y delante de él, ciertamente muchas veces ponen en riesgo el bienestar de sus cuerpos, pero sobre todo, para el observador de la fiesta, demuestran la inmensa mansedumbre del “ganado de lidia mexicano”. ¿Cómo?: Un toro bravo jamás permitiría que se le invadieran sus terrenos, menos aún que se humille su estirpe, tampoco o difícilmente se parará, no buscará el cobijo de los tableros rojos y… muchos conceptos como para llenar un libro. El toro bravo pelea en el terreno que se le moleste, embiste galopando, no solamente pasa, muere de manera impresionante, vende su vida y colora intensamente los listones de su divisa, El toro bravo exige todos los fundamentos técnicos de la lidia, y por su puesto quita la ropa a los charlatanes. “Manolete” para torear en plazas aztecas exigía La Punta, San Mateo, Torrecilla, etcétera; hoy domingo 2 de agosto las figuras extranjeras para hacer los mismo exigen Teófilo Gómez, Bernaldo de Quiroz, etcétera. ¡Que pocas… ganaderías buenas tiene la cabaña brava mexicana! (torocampanero@yahoo.com.mx)

No hay comentarios: