viernes, 3 de abril de 2009

NOTAS TAURINAS POR FRANCISCO LAZO

¡OTRO ARMILLITA!
Amigos, sigue creciendo la dinastía de los "Armilla" mexicanos con la reciente aparición del joven Fermín, quien se encuentra en España asistiendo a tentaderos invitado por los diestros españoles Julián López "El Juli" y José Tomás. Dice la voz popular que "hijo de tigre, pintito", esto quiere decir que hereda las inclinaciones y condiciones del padre. Así pues no tardó este Fermincito de 15 años, hijo de Fermín ya en el retiro y hasta el momento el penúltimo de la ascendencia de los afamados toreros mexicanos que llevan el apellido primero de Espinosa. Hace años apareció en Saltillo, Coahuila, un distinguido subalterno valiente y hábil y andando el tiempo fue padre y base de los toreros Espinosa "Armillita". Primeramente destacó Juan y sobresalió el chiquillo Fermín, quien llegaría a ser una gran figura del toreo reconocido no sólo en México, sino también en España por su calidad de lidiador y sus faenas rayando en la perfección, así como certero en la mayoría de los casos con el acero. Este Fermín Espinosa Saucedo fue figura en México y España y muy admirado por ambas torerías, con lo cual pasa a formar parte de lo más selecto del toreo de todos los tiempos. Maestro de maestros de la profesión en la que se había iniciado cuando aún era un niño. Tuvo tres hijos, Manolo, Fermín y Miguel, toreros de clase y matadores eficaces, distinguiéndose Miguel con la mano izquierda que lo hizo el amo del pase natural. Y ahora surge otro Fermín, hijo de Fermín, del que se dicen ya hace cosas extraordinarias en el ruedo a edad temprana ante los becerros. Con esto pudiera pensarse que la familia Espinosa "Armilla" ha de prolongarse todavía por muchos años en el toreo. Y no es común, al menos en nuestra fiesta, que sucedan casos similares en que tantos descendientes de una sola raíz se multipliquen en los ruedos, con lo cual ha llegado a establecerse la comparación y ninguno de estos toreros mexicanos decrece como maestro de la lidia, dando la impresión que nacieron sabiendo cómo torear y con la pasión que les ha impulsado para llegar a distinguirse haciendo honor al toreo. Aunque seguirá siendo Fermín Espinosa Saucedo un genio del toreo apenas comenzando a andar y escribiendo una historia realmente extraordinaria y reconocido como maestro en el mundo taurino. Y como todos los valores, hombre sencillo en el trato y genial en el ruedo, pues no parecía tener toro aborrecido, ya que a todos o casi a todos les hizo faenas, y tan excelente y conocedor del arte de la lidia, ya que además únicamente sufrió una cornada seria, lo que les pudo a cientos de astados. Me distinguió con su amistad y en las pláticas que tuvimos siempre coincidimos con lo que hemos repetido aquí tantas veces: que todos los toros, cualquiera que sea su condición de bravura o mansedumbre, de clase o genio, tienen lidia. En ocasiones, allá en su finca, cuando Fermín y Miguel entrenaban aún siendo chamacos y bajo su mirada, los dejaba hacer y luego les señalaba lo que podría entenderse por errores a la hora de torear y descomponer su labor frente al toro. Buenos alumnos fueron los tres o mejor diríamos buena herencia llevaban dentro y ahí estaban, Manolo que ejercía un toreo de mando y terso; Fermín, de clase excepcional y Miguel, inspirado y al que rara vez se le veía en apremios; toreros que están ya en el retiro y que dejaron huella en la fiesta por su calidad. Y ahora ahí viene Fermincito con un pesado bagaje por el historial de su familia torera, pero ya está llamando la atención, según los comentarios que han surgido de su aparición en las ganaderías donde ha dado sus primeros muletazos; pasos y pases que ha de pulir si quiere honrar la memoria de sus precursores. Es difícil conocer el futuro, pero si este joven Fermín tiene básicamente decisión, pudiera aprovechar sus primeras incursiones para despejar su camino y mantener viva la tradición de los "Armilla", un historial brillante en la fiesta.

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