NOTAS TAURINAS POR FRANCISCO LAZO

AMIGOS, el joven novillero queretano Santiago Fausto dejó ver el domingo pasado en la Monumental México su deseo de triunfo y abrir un mundo de esperanzas en la fiesta de toros. En su presentación al público capitalino alcanzó un sonado éxito y no tanto por la oreja que le cortó a su segundo sino por su comportamiento en el ruedo frente a sus dos novillos. Así, pues, el anhelo, la impaciencia alimentados por una larga espera se multiplican, ya que está sucediendo algo que no ocurría hace tiempo en nuestra fiesta, se habla ahora mismo de toros y de ilusiones que bien pudieran convertirse en realidades para darle nuevo brillo e impulso al toreo. Parecería que el entusiasmo produce estas consideraciones, pero revelan un camino que el apasionante espectáculo viene buscando desde hace largo tiempo. Claro que han surgido toreros muy interesantes, pero que no han sido todavía capaces de llenar nuestras plazas y menos la gran México y sus 42 mil localidades. ¿Será capaz el joven queretano de atraer nuevamente a los grandes públicos? Parece ser pronto para dar una respuesta, aunque la motivación está ya en juego con la actuación y triunfo de Santiago Fausto, quien repetirá en el segundo festejo de la campaña el próximo domingo y de ratificar su éxito primero ya no habrá duda de que estamos ante la aparición de una figura que promoverá el toreo en todos los países donde hay fiesta. Tiene valor y buena planta, combinación ideal para atraer a nutridas concurrencias, pues vigoriza además sus maneras siempre ajustándose al toro, tenaz en la búsqueda de la faena y laureles. Al principio de su actuación dominical el público le vio con ciertas reservas, aunque pronto fue centro de la curiosidad y más tarde, por la forma en que le anduvo a sus dos astados, causó admiración y los olés no se hicieron esperar. No escatima esfuerzos y temeridades y rápido aborda procedimientos plausibles que fueron creciendo conforme desenvolvía la faena, primero quebrándose hacía adelante, lo que no le gustó a nadie, pero tan pronto como sintió que tenía al toro en la muleta, se irguió y recargó la suerte abriendo el compás y corrió la mano hasta ligar ayudados y naturales sin enmendar con sólo girar sobre la pierna de salida para luego repetir con mucha habilidad y valor. En ese momento pareció apoderase del ánimo del público que ya no dejó de corearle y su andar fue siempre pausado al continuar con su labor y que de haber acertado al primer intento con la espada, le hubieran dado más que una oreja. Este Santiago Fausto que se para muy quieto al venirle el toro, mueve en cambio mucho a la fiesta y vamos a esperar con gran interés su segunda actuación en nuestra plaza mayor. Y por lo que hace a sus alternantes, Luis Manuel Pérez "El Canelo" tuvo una salida al tercio y Manuel González Montoyita una tarde grisácea con novillos de la ganadería queretana de Campo Real, complicados por su debilidad en una corrida que en general dio oportunidad al triunfo y con dos excelentes reses, quinta y sexta.