viernes, 12 de junio de 2009

NOTAS TAURINAS POR FRANCISCO LAZO

AMIGOS, ha causado entusiasmo la repetición de Santiago Fausto Vázquez Mellado en la capital del país, triunfador de la primera novillada de la campaña en la Monumental Plaza México. Es tradición que el torero victorioso vuelva a actuar de inmediato en el mismo escenario luego de su éxito y muy en especial en la gran plaza de nuestro país y la prensa le persiga porque resulta interesante saber qué efecto ha causado en su ánimo esa tarde y como piensa desenvolverse en lo sucesivo en el ruedo. Todo se quiere saber de él, de su nacimiento y ambiciones, de sus estudios, de cómo le gusta hacer el toreo, cuales son sus anhelos dentro y fuera de los ruedos y qué opina de la fiesta y sus avatares en su momento y las preguntas se multiplican hasta saber qué come, si tiene novia, si le place el futbol y si no fuera torero qué profesión le gustaría emprender en las aulas del saber y todo lo que pudiera ser alimento para el toreo y desde luego de las taquillas. Ahora, después de tantas esperanzas y decepciones todo ese movimiento se ha reducido y podría decirse que la situación económica actual no permite gastos extras para las diversiones, los entretenimientos y las pasiones que genera la competencia en los deportes y muy particularmente la fiesta de toros. Así pues el toreo como otras prácticas de la diversión, las artes y toda manifestación humana han perdido un poco del poder de convocatoria que no hace mucho todavía llenaba los graderíos de los escenarios y muy en particular en el toreo. Pero ahí se mantiene la fiesta de toros esperando que la vivifiquen y la impulsen como es la otra oportunidad surgida el domingo pasado en la Monumental México con un novillero que pudiera incentivarla notoriamente conjugando personalidad y facultades en la persona de Santiago Fausto. Triunfó al ponerse en marcha la temporada novilleril cuando aficionados y público se preguntaban quién era y cuáles eran sus antecedentes toreros, poniendo más atención en Manuel González Montoyita que está a un paso de su doctorado y en Manuel Pérez "El Canelo" promovido por su valor y un percance que lo puso al borde de la muerte, pues se deseaba saber si había mermado o no su valor. En estos dos jóvenes coletas se centraba el interés ya que no conocían al que completaba el reparto y fue este último, precisamente, el que cortó una oreja y entusiasmó notablemente a la concurrencia. Así ha ocurrido en otras ocasiones en la historia del toreo y por eso mismo crece el ánimo y la esperanza para ver si confirma maneras en el segundo cartel novilleril capitalino. Si es capaz de producir nuevamente la exaltación que causó en su presentación pudiéramos estar sobre el camino deseado, el éxito que repercuta en el toreo nacional. Y otra apreciación es que alternará con dos jóvenes más que están anunciados en virtud de sus posibilidades de superación como son Salvador López, quien en junio del año pasado le cortó una oreja a un encierro del hierro de Medina Ibarra y con Sergio Flores, el que desde el año pasado está en España haciendo campaña y que reúne cualidades como son la bizarría y las buenas maneras en desarrollo. La combinación es pues con tres novilleros triunfadores que tienen como principal particularidad la decisión y estilos donde prevalecen las actitudes inclinadas hacia el arte. Y para que el cartel redondee perspectivas tiene anunciado ya novillos del hierro De Santiago propiedad de D. José Antonio Garfias de Los Santos, ganadero potosino de afamada familia en la crianza de reses bravas. Esta ganadería ha obtenido su prestigio en base a astados que dan un juego propicio para el toreo de clase que caracteriza a sus productos. Pepe forma parte de una generación distinguida de extraordinarios ganaderos de bravo que encabezaba su hermano mayor el ya desaparecido Javier así como Marcos. Sin duda alguna integraron una tercia que ganó el reconocimiento de la ganadería brava del toreo nacional. Por cierto que se le hizo un ofrecimiento a D. Javier para lidiar una corrida en Madrid y les dijo que de qué color la querían, dando a entender que sus toros tenían por igual garantía sin importar pinta y presencia. Se cerró de viva voz la operación, pero no se llegaron a finales con los empresarios ultramarinos.

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