NOTAS TAURINAS POR FRANCISCO LAZO.

AMIGOS, la capital del país presentará, como viene siendo costumbre, buen ganado para sus festejos novilleriles de este fin de semana en las plazas Arroyo hoy sábado, cuatro novillos de El Vergel y en la Monumental México mañana domingo, seis de La Murallla. Casualmente van igualadas en sus campañas del presente año, pues sumará cada una su sexta función con novilleros que vienen distinguiéndose prontamente en nuestro reparto juvenil. En Arroyo se han cortado ya cuatro orejas, dos en su primera actuación el novel Óscar Amador, quien se inició precisamente como matador de novillos en el mismo escenario hace dos semanas y una cada uno Salvador López y Paulo Campero, el que teniendo apenas cinco novilladas toreadas causó grata impresión ante a la afición capitalina y ambos repetirán hoy al medio día alternando con los debutantes Manolo Roldán y Adrián Padilla. Y en el magno coso de Insurgente se han obtenido cinco orejas con lo que se establece una competencia muy cerrada entre las dos plazas, una tal vez la más joven que existe en el país y otra la más importante de nuestra fiesta. Y marcha como triunfador en la México hasta el momento el joven tlaxcalteca Sergio Flores, de reciente aparición en las estadísticas y quien en sólo dos festejos lleva ganadas tres orejas, seguido del queretano Santiago Fausto con una en dos tardes lo mismo que el capitalino Alfonso Mateos. En el cartel del domingo en la México estarán el mencionado Santiago Fausto y Luis Manuel Pérez "El Canelo", quienes repetirán y se presenta Miguel Ángel Roldán. Como puede observarse en las dos plazas se están desarrollando campañas triunfales, pues se ha jugado ganado bravo y de buen estilo con lo que se van redondeando resultados muy significativos que hablan claramente de éxitos sonados y muy esperanzadores para el futuro del toreo mexicano. Parecería pues que la espera se va reduciendo al compás de los triunfos que se están logrando y que al mismo tiempo se reproducen en provincia, donde cada vez surgen más principiantes con características que bien pudieran convertirles en nuevos matadores de toros. Así las cosas, la larga demora que ha tenido la fiesta nacional para nutrirse nuevamente de toreros que la vivifiquen va reduciéndose notablemente y es muy posible que para finales de año y principio del próximo hayan llegado a su alternativa al menos cinco nuevos valores con los cuales pueda acrecentarse nuestro cuadro estelar. Entonces es factible que entre hoy y mañana podríamos ampliar el panorama de la función taurina y las posibilidades de recuperar épocas mejores fortaleciéndola hasta superarlas. Hubo momentos en que el toreo mexicano sumó un elevado número de figuras que se renovaba periódicamente hasta alcanzar apasionantes planos artísticos que la hacían incomparable. Por qué no repetir y superar aquellos esfuerzos, ya que estamos en ocasión de hacerlo pues contamos con magníficas ganaderías bravas y toreros veteranos que son base y sustento, toreros jóvenes que aseguran el porvenir, así como aficionados y públicos que han sido leales y esperan siempre ilusionados el resurgimiento de nuestro toreo.