NOTAS TAURINAS POR FRANCISCO LAZO.

AMIGOS, cada vez viene siendo más notoria la suerte de varas, pues estamos viendo que en la actualidad se pasan a los toros con un simple picotazo de la puya y se va perdiendo la gallardía y efectividad con que se efectuaba en tiempos pasados. Esta suerte tiene por objeto moderar el vigor del toro para poderle torear con la muleta y ejercitar tácticas cada vez más pulidas durante las faenas, hasta acuñarse una frase que dice: "A los toros se les torea con la muleta y se les mata con la espada". Y durante el desenvolvimiento de la lidia se fueron creando los tres tercios en el toreo que son: la suerte de varas, la de banderillas, y el sacrifico del toro a espada. Cada una de estas divisiones tiene dos explicaciones: el propósito para llevarlo a cabo y la manera de hacerlo eficaz. Se han escrito sobre este particular muchas otras versiones muy interesantes, pero las fundamentales son las mencionadas y que han permitido el desarrollo de una lidia emocionante, que a su vez se divide en tres partes: el toreo de capa, el clavar banderillas y las faenas de muleta con su remate que es la suerte suprema. Antaño tales especialidades fueron arrojando la necesidad de doblegar al toro y matarlo gallardamente sin eludir los principios de gesto valiente, bizarro y tantas veces trágico. Las suertes de capa originales y posteriores son variadas en gran número, pero siguen siendo base y fundamento, como La Verónica, La Media Verónica, La Navarra, La Tijerilla, La Aragonesa, La Gaonera, hija del gran torero mexicano Rodolfo Gaona; La Chicuelina, Los Faroles, Al Alimón y una serie de quites que han venido sumándose durante el desarrollo del toreo, y entre los toreros más fértiles para la creación de lances se encuentra el jalisciense Humberto Flores. Dentro de este primer tercio se cuenta la suerte De Picar, es decir, sangrar al toro a base de puyazos y dejarlo en condiciones para continuar con la faena. La historia registra las siguientes maneras, El Picar a Toro Levantado, Picarlo de Frente, A Caballo Levantado y a la manera en que lo hacían en los inicios los afamados Zahonero y Atienza, que prácticamente fueron formas rudimentarias como comenzó a practicarse y a las que se han agregado posteriormente otros modos de hacerlo, hasta convertirlo en un arte brioso y decidido. Y en la suerte de banderillas que cubre el segundo tercio también ha ido creciendo el número de interpretaciones como son: El Topa-Carnero, Al Quiebro, Al Cuarteo, Al Cuarteo Entrando de Frente, Al Sesgo, Al Recorte, y muchos más recursos, toreando a cuerpo limpio el diestro para citar y clavar. Todas se derivan unas de otras y en el tercer tercio en el que culmina la lidia tenemos por ejemplo en las de muleta: El Natural, que comúnmente se ejecuta con la mano izquierda y el ayudado que es El Derechazo, El de Pecho como remate de series lucidas, El Trincherazo, la Trincherilla, obra emocionante de Manolo Martínez para sujetar al toro, Los Pases Cambiados, Los de Adorno y al correr del tiempo se han ido nutriendo estas maneras hasta agregar otras muchas. Y las estocadas que es la última parte del tercer tercio y de la lidia se significan: La de Recibir, Aguantando, Al Encuentro, A un Tiempo, Arrancando, Al Volapié y hay de las llamadas de recurso, como son: estocadas a Paso de Banderilla, A la Media Vuelta, El Metisaca, que es un espadazo sumamente bajo que tumba sin remedio al toro; El Descabello con la espada de cruceta, y pueden agregarse otras que no cumplen con la bizarría de la temeridad. Y amigos, ya está anunciado el cartel de la cuarta novillada de la temporada en la Monumental Plaza México, en la que va a repetir el bullidor Alfonso Mateos, así de chaparrito pero grande el valor a la hora de ir al toro y al que se le negó una oreja en su actuación del domingo pasado en el mismo escenario y se presentarán en la campaña dos coletas que están buscando acercarse a su alternativa, José Pedro Rodríguez y Jaime Ruiz. Matarán un encierro del afamado hierro queretano de Los Encinos, donde se combinan toros de simiente mexicana y española. Tiene, pues, interés la combinación.