BUFANDAS II. QUIEN ORDENÓ SU INDULTO?
Amigos de sangre, Seda y Sol, las expectativas por la encerrona del torero de Aguascalientes, Arturo Macias, eran grandes, pero desgraciadamente, hubo imponderables que no permitieron que el festejo fuera el exito rotundo, que todo hubieramos deseado.
Y es que entre la tormenta terrible que se desató, la corrida de Jesus Cabrera que no funcionó y un indulto, que nadie sabe a ciencia cierta quien ordenó desde el callejón, pues todas las ilusiones de Macias y de los que estabamos en la plaza, se fueron diluyendo poco a poco.
Hay que mencionar que el menos culpable de todo lo que pasó ayer en el ruedo de la plaza Fermin Espinosa, es Arturo Macias, él ha puesto todo de su parte por triunfar, se le vió solvente ante los cuatro astados que lidió, se le notó fuerte, ya que en ningún momento se administró, al contrario, sus faenas han sido largas, siempre entregado el torero, mostrando grandes avances técnicos y demostrando la madurez que ha adquirido, en éste andar por los ruedos.
Tambien merece la pena destacar la impecable presencia de los "cabrereños", corrida seria, bien armada, toros cinqueños, que para la mala fortuna del hidrocálido, presentaron los problemas lógicos de la edad y que no tuvieron fondo, ni bravura alguna, aunque por ahi a algun despistado, se le ocurrió indultar al cuarto de la lluviosa tarde, que en mi opinión, jamas puede ser un toro para padrear.
Pero regresando a lo realmente importante, que es la actuación de Macias, que ha realizado cuatro trasteos diferentes, todos interesantes, con gran solvencia. Con su primero, toro serio, con cinco años pasados, con cuajo y que no permitia el más minimo error, Macias se ha jugado alegremente la piel, siempre buscando someter al de Cabrera, que tenía muchas complicaciones, nunca se entregó, siempre saliendo con la cara alta, mirando por encima del palillo a Arturo, que le plantó cara y le robó muletazos de gran mérito y exposición, ademas lo fulminó de una gran estocada, para cortar la primera oreja del festejo.
El segundo de la tarde fue muy parecido a su hermano; ha sido un toro sin fondo, sin bravura, que pasaba siempre a su aire, nunca humilló y no tenia la más minima transmisión, además aunandole que fue muy mal picado y muy mal lidiado, pues acabo defendiendose y rajándose, sin que el aguascalentense pudiera lucirse, aun así la gente le llamó al tercio, para ovacionarle.
En tercer lugar, salió otro toro serio por delante, astifino y más basto de hechuras que los dos primeros. El de Jesus Cabrera, hizo un primer tercio fatal, arrollando, sin obedecer a los capotes, que por más que trataban de sujetarlo, no pudieron conseguirlo, pero salió el gran picador potosino, Ignacio Melendez, que le ha dado un puyazo en todo lo alto; la reunión fue larga, pero el piquero jamas rectificó la colocación de la puya. Extraordinario Melendez!
El burel llego mejor a la muleta de Macias, que le permitió relajarse en dos tandas por el lado derecho realmente buenas y cuando se pensaba que la faena iba en aumento, el toro se acabó. Empezó a acortar las embestidas, buscando siempre los tobillos de Arturo, que se puso cerca para tratar de extraer muletazos en el terreno corto, pero fue imposible, el toro desarrolló sentido y a otra cosa mariposa.
Despues de un breve descanso del torero de Aguascalientes y cuando los negros nubarrones, se acercaban al coso, salió un precioso toro, negro girón, de hermosa lamina, muy bien rematado y que en sus primeras embestidas nos hizo concebir esperanzas de ver al go importante, pero despues de picado, el toro del campo bravo zacatecano, se rajó. Ha sido un toro sin bravura, sin celo, que pasaba soseando, con nobleza si, pero sin dar la minima sensación de peligro.
Y como por arte de magia, el cielo se abrió y ha caido una tormenta de órdago. Con el ruedo lleno de barro y charcos enormes, Arturo se dió a torear, para el contento de todos los que se quedaron estoicamente aguantando el diluvio; y como por arte de magia, tambien, se abrió la puerta de toriles, para regresar INDULTADO, al toro del Ing.Guadiana, para asombro de todos los ahí presentes y de los mismos profesionales, que se encontraban en el ruedo.
Quien dió la órden de indultar al burel? No sabemos. Pero en mi opinión, ha sido una falta de respeto a la fiesta, a Arturo Macias, a la afición y a la ganaderia brava mexicana.
Y así, empapados, con la desilusión de la corrida suspendida y con la polémica de un indulto fantasma, nos regresamos al terruño querido, esperando que en la siguiente encerrona de Macias, el Dios Tlaloc, ande de vacaciones.
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