10J. Un fallecido, tres corneados y media docena de heridos en el dramático encierro protagonizado por Capuchino
El mozo fallecido no ha podido sobrevivir a la cornada sufrida en el cuello. Es el primer muerto por asta de toro desde 2003. El encierro ha dejado además tres heridos por asta de toro y media docena de heridos. Los Jandilla han hecho honor a su trágica fama. La cogida mortal se ha producido en la Plaza del Ayuntamiento. La cornada ha afectado a la aorta y el pulmón del mozo produciéndole lesiones incompatibles con la vida.
Capuchino le ha puesto nombre a este cuarto encierro. En Santo Domingo , encabezando la manada, ha embestido a un mozo por la camiseta arremetiendo contra el vallado después en la Plaza del Ayuntamiento. Así se ha separado del resto de sus hermanos, ha embestido a un mozo despistado en la calle Mercaderes y ha corneado en la garganta a un corredor que lamentablemente ha fallecido tras su traslado al Hospital de Navarra. Los médicos que le intervenían no han podido hacer nada por salvar su vida. Casi cuatro minutos y medio ha costado meter a Capuchino en los chiqueros. Tristemente este toro castaño ha pasado ya a la historia. Una de sus cornadas ha resultado mortal.
El encierro más peligroso
Con muy malas intenciones ha llegado el castaño Capuchino a Estafeta, donde ha corrido más de 600 metros en solitario. Antes sus hermanos habían tomado la curva de Mercaderes con resbalones y caídas. Los cinco toros han salido de la curva en fila india para encarar Estafeta y permitir que los mozos pudieran realizar buenas carreras.
Ha sido ya en la bajada al callejón, especialmente en el tramo de Telefónica dónde Capuchino se ha revuelto y durante más de un minuto y medio ha embestido a diestro y siniestro. En el vallado izquierdo el de Jandilla ha levantado del suelo a un mozo y tras voltearle y tirarle al suelo le ha embestido con saña propinándole una cornada en el muslo izquierdo. El mozo hecho un ovillo y protegiéndose la cabeza se ha salvado de sufrir múltiples cornadas gracias a la intervención de los pastores y de los mozos que han corrido en su ayuda.
Cuando ya los otros cinco toros llevaban ya minutos en el ruedo, Capuchino aún seguía regalando peligro en la entrada al callejón. Revolviéndose y embistiendo constantemente, los pastores han tratado de encaminarle al callejón durante más de un minuto en una labor meritoria y de mucho riesgo.
Casi cuatro minutos y medio ha costado meter a Capuchino en los chiqueros. Tristemente este toro castaño ha pasado ya a la historia. Una de sus cornadas ha resultado mortal.
FOTO CORTESIA: AGENCIA EFE.
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