viernes, 10 de julio de 2009

GUILLERMO MARTÍNEZ SUMÓ EXTRAORDINARIA EXPERIENCIA EN LA GANADERÍA DEL MAESTRO PEDRO GUITÉRREZ MOYA EL NIÑO DE LA CAPEA

Una de las grandes ilusiones que el joven artista de Jalisco, Guillermo Martínez, se había planteado para este viaje a España, era darle mayor fundamento a su tauromaquia a través de estar en contacto con el toro español, así como en el caso concreto de esta inenarrable experiencia, de tener la oportunidad de estar en la casa gandera del inmenso torero salmantino, Pedro Gutiérrez Moya El Niño de la Capea. La emoción iba in crescendo en Guillermo, tan pronto amaneció y hubo de dirigirse a Salamanca, a donde el genial torero le esperaba, en su dehesa, acompañado de su esposa Carmen, y de su hijo Pedro Gutiérrez Lorenzo El Capea; tan pronto llegó el joven torero tapatío acompañado de su apoderado a la finca El Espino, misma que está cobijada por La Guadalupana, pues su imagen está en la puerta, el maestro Niño de la Capea les recibió con la atención y grato trato que siempre le ha distinguido. Antes de la tienta, porque en España se hacen en el atardecer... ya que anoche después de las 10 de la noche, hubo una exquisita comida en donde se comentó del momento que vive la Fiesta, tanto en España como en México, lamentándose el cierre temporal de la Monumental Plaza de Toros México. Así en la agradabilísima charla, comenzaron a pasar las horas, hasta que a las 6 de la tarde, se decidió ir a la hermosa plaza de tienta, en donde aguardaban para el joven artista de Jalisco, dos vaquillas. Es fundamental recordar, que lo que pasta en la dehesa del maestro Pedro Guitérrez Moya, son vacas y toros del encaste Murube, que en España sólo poseen tres ganaderías. Y, comenzó la importante experiencia, así Guillermo comenzó la exposición de motivos, dando rienda suelta a su inspiración, pero sin dejar atento para escuchar a ese pozo de sabiduría que es el maestro Niño de la Capea, quien tras hacerle algunas indicaciones, para según comentó él: "... darle mayor dimensión a su toreo, Memo es un chico que tiene temple, mucha clase y calidad, y hay que apoyarlo", apuntó el maestro. Vino otra vaca más, y ahi se vio como iba evolucionando, para mejor, la tauromaquia de Guillermo, lo que observó con suma satisfacción el maestro Niño de la Capea, cuando el tapatío había terminado, y la vaquilla iba de regreso a los corrales, don Pedro Gutiérrez Moya no quiso dejar de dar unos muletazos, que han sido soberbios. Igualmente, como punto final de la tienta toreo Capea Chico, quien por cierto, ha picado todas las vacas, para conocer mejor su bravura y casta. Pedro hijo ha estado muy bien, haciendo gala de su técnica e intuición torera, recordando el por qué de su reciente triunfo en la pasada Feria de San Isidro. Era cerca de media noche, cuando se tuvo que interrumpir la tertulia que había comenzado tras haber concluido la tienta, una plática que dejó mucho para los que hemos tenido la oportunidad de convivir con el extraordinario maestro Pedro Guitiérrez Moya El Niño de la Capea, un genial torero, que inobjetablemente, es inigualable ser humano.

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