martes, 7 de julio de 2009

LA TRAGEDIA RONDÓ EN PAMPLONA. CRONICA DE LA 3a DE LA FERIA DE SAN FERMIN.

LA TRAGEDIA RONDO EL RUEDO DE PAMPLONA.
Amigos, solamente la disposición y el deseo de colocarse en un sitio importante dentro de la baraja taurina de Miguel Tendero, pudieron sacar a flote un festejo que estaba hundido en las profundidades del hastío y del aburrimiento.
Ya desde el primero de su lote, Tendero dió muestra de que llegó a los sanfermines, por el triunfo grande. Ha sido una faena basada en la quietud y la firmeza, ante un astado, manso, deslucido, que siempre salió distraido de la muleta de Miguel, que le hizo el esfuerzo y de no ser, porque falló con la espada, hubiera cortado una oreja.
Pero lo grande vendría en el cierraplaza, un toro con cuajo, serio por delante, que sin llegar a ser magnífico, tuvo buenas condiciones, cabalmente aprovechadas por Tendero, en una faena maciza, templada y con gran conexión hacia el tendido.
Sus redondos han sido limpios, de mano baja, dándole dimensión a los muletazos, quedando siempre bien colocado para poder ligar sin enmendar.
Tambien con la zurda ha estado muy bien Miguel, siempre entregado y templado, logrando naturales de gran exposición, que calaron fuerte en la aficion pamplonesa. Ha sido una lástima que el de Alcurrucen durara tan poco, ya que se paró y empezó a defenderse, sin dar más opciones de lucimiento.
Aún asi Tendero cito por manoletinas, como colofón a su obra y de tan entregado que estaba, en una de ellas, no le dió sitio al toro, que lo prendió del vientre de fea manera, haciendolo girar, con el pitón aun dentro. Se temió lo peor, la cogida fue aparatosa, se mascaba el miedo, la tragedia rondó el ruedo de Pamplona, pero afortunadamente, el torero se incorporó de inmediato y sin mirarse la ropa, vio como el burel rodaba, para cortar merecidisima oreja, que paseó entre el contento general.
De sus alternantes, Luis Bolivar y Salvador Cortés, poco hay que decir. Un Bolivar, desconcertado, sin encontar el sitio a su primer astado y sin conectar con el tendido. Y con el cuarto, un toro muy malo, espión y con malas ideas, quizo hacer el esfuerzo, pero se estrelló ante un bicho, que era un costal de malas mañas. Con la espada se hizo un lio en sus dos astados, lo que provocó que algunos le pitaran.
Por su parte el sevillano, Cortés, no tuvo la menor opción ante dos bueyes de carreta, sin transmisión y que mansearon en exceso, así que Salvador solo pudo estar digno, aunque para mi gusto, alargo en demasía sus faenas, lo que acabó por aburrir a la concurrencia.
La corrida de Alcurrucen, muy bien presentada, seria y astifina, ha sido mala, mansa y descastada, salvandose el sexto, que tuvo más movilidad y bravura, aunque se acabó pronto.
Fernando Lahoz.
Fotos cortesía de http://www.burladero.com/

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